martes, 25 de marzo de 2008

Crecimiento de la economía española

Los expertos prevén que en 2009 la economía se frene aún más

El PIB crecería un 2,1% y el empleo un 1%, la tasa más baja desde la recesión

Los análisis de la prensa internacional previos a las elecciones generales del 9 de marzo coincidían al destacar que al triunfo electoral le acompañaría un regalo envenenado: una situación económica bien distinta al periodo de notable crecimiento que se ha vivido en los últimos 15 años. Los expertos españoles que realizan informes periódicos sobre la evolución económica coinciden ahora en que el frenazo será este año más brusco de lo previsto. Y en que el crecimiento será todavía más débil en 2009.


Los 14 principales servicios de estudios, centros universitarios y analistas vuelven a revisar a la baja su estimación de crecimiento del PIB para 2008, que se queda, de promedio, en el 2,5%, frente al 3,8% que registró la economía española el año pasado. Pero lo más llamativo de la información recopilada y difundida ayer por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) es que incluye el primer vaticinio para 2009. Y el punto de partida es poco alentador: los expertos apuntan a un crecimiento del 2,1%, el más bajo desde 1994.

Los analistas internacionales creen que el enfriamiento de la economía española durará varios años más y algunos, como los de la agencia de calificación financiera Standard & Poor's, lo extienden hasta 2015 y avisan del riesgo de recesión. "Es muy difícil saber hasta cuándo seguirá la desaceleración", puntualiza María Jesús Fernández, del gabinete de análisis de Funcas. A la falta de precisión de cualquier vaticinio a más de dos años vista, se suma esta vez la "enorme incertidumbre" que generan dos cuestiones: el impacto definitivo de la crisis financiera internacional y, en el caso de España, cómo de duro será el ajuste en el sector de la construcción.

Porque en lo que no tienen dudas los analistas, españoles y extranjeros, es en cuáles son las razones de la ralentización. "Hay una fuerte caída de la actividad de la construcción, y el crecimiento del consumo es cada vez menor", sintetiza Fernández. Precisamente, el consumo de las familias (que equivale al 55% del PIB) y la inversión en viviendas han sido las palancas que han impulsado el crecimiento económico español en el último lustro.

Las nuevas previsiones para 2009 reflejan bien a las claras el deterioro de ambos indicadores. El consumo, según las cuentas de los expertos, crecería por debajo del 2%, una tasa que siempre se había superado en los últimos 15 años. Y la inversión en obra civil y en edificios no residenciales (oficinas, centros comerciales) no podrá compensar el notable retroceso en viviendas, de modo que la inversión en todo el sector caerá casi un 1% el próximo año.

Repunte del paro

"El ajuste en la construcción será muy duro, la duda está en si el resto de los sectores aguantará", señala Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales. El sector más pujante en los últimos años, ha sido también en el que más ha crecido el empleo. Y su rápido deterioro tiene ya, según Maravall, un reflejo directo en el mercado laboral: "La desaceleración en el empleo suele producirse después de que se frene el crecimiento, pero esta vez parece que se está anticipando. Será importante saber si sólo se debe a la construcción".

Según los expertos, la economía española sólo generará un 1,6% más de empleos (puestos de trabajo a tiempo completo) en 2008 y apenas un 1% más en 2009, muy lejos de los crecimientos de los últimos años. Si se confirma el pronóstico, será la tasa más débil desde 1994, el año en el que la economía española salió de su última recesión. Y la tasa de paro repuntaría hasta situarse en el 9,5%, lo que echaría por tierra buena parte del avance de la última legislatura.

Los biocarburantes y el hambre en el planeta

Los expertos advierten de que el creciente uso de materias primas para elaborar biocomustibles puede afectar al abastecimiento de alimentos en el mundo

El creciente uso de las materias primas alimentarias para la producción de biocarburantes ha despertado ya las primeras críticas de voces autorizadas. El riesgo, según varios expertos, de que esta práctica afecte al abastecimiento de alimentos en el mundo es un hecho.

"Si se quiere cubrir el 20% de la necesidad de productos petroleros con biocarburantes, como está previsto, no habrá nada más que comer", afirma el presidente de Nestle

Peter Brabeck, el presidente de Nestle, el primer grupo agroalimentario, ha asegurado en una entrevista al semanario suizo NZZ am Sonntag que "si se quiere cubrir el 20% de la necesidad de productos petroleros con biocarburantes, como está previsto, no habrá nada más que comer".

"Otorgar enormes subvenciones para producirlos es irresponsable e inaceptable moralmente", ha subrayado. Según Brabeck, el fenómeno de los biocarburantes ha disparado el precio del maíz, la soja y el trigo, y ha provocado que la cantidad de tierras cultivables haya descendido y que el agua esté amenazada. Por ejemplo, para producir un litro de bioetanol se necesitan 4.000 litros de agua.

En este sentido, un informe del Instituto Internacional de Administración del Agua (IWMI), realizado por 700 expertos, con el apoyo de la ONU, señala que el problema de la escasez de agua en el mundo se puede agravar, entre otros factores, debido a los biocombustibles.

El asesor de Gordon Brown

Hace unos días, el principal asesor para temas científicos del gobierno británico, John Beddington, advirtió de que la acelerada carrera hacia los biocombustibles representa una amenaza para la producción mundial de víveres, justo en unos momentos en los que la demanda de alimentos ha crecido fuertemente gracias a los gigantes asiáticos China e India, lo que supone, a su juicio, un verdadero peligro para la vida de millones de personas.

Éste fue su primer discurso importante desde su nombramiento como asesor, unas palabras que entran en conflicto con la política del primer ministro, Gordon Brown, que se ha comprometido a aumentar el uso de biocombustibles en las próximas décadas.

Otro organismo que ha alzado la voz es la Unión Europea. Su comisaria para asuntos de agricultura, Mariann Fischer Boel, tras una reunión con los ministros del ramo de Alemania, Rusia, Ucrania y Turquía, abogó por equilibrar el porcentaje de materias primas dedicadas al consumo humano y el que se utiliza para generar biocombustibles.