lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Que bello es vivir?


¿Qué haría George Bailey?
Las lecciones del protagonista de 'Qué bello es vivir' para afrontar crisis de liquidez
EDWARD ROTHSTEIN 09/11/2008


Estaría bien pensar que si George Bailey hubiera estado por aquí en septiembre, el Gobierno de EE UU podría haberse ahorrado medio billón de euros, Islandia podría haberse evitado el llegar prácticamente a la quiebra y el resto del mundo no habría tenido que gastar otros dos billones de euros en rescates financieros ni que afrontar la perspectiva de una recesión larga y profunda. Seguro que se acuerdan de George: encarnado por James Stewart, evitaba en la película Qué bello es vivir una retirada masiva de fondos de la Bailey Brothers Building & Loan Association que habría destruido la institución. Su apurada situación, con esa espeluznante prefiguración del presente, incita a examinar más detenidamente el punto en que la cultura y las finanzas se cruzan.

Los Bailey podían ser casi una encarnación primitiva de Fannie Mae y de Freddie Mac
En la película, la cooperativa de crédito para la construcción se enfrenta a lo que ahora se denomina una "crisis de liquidez": la asociación no podía cubrir sus obligaciones con el efectivo disponible, y mucho menos garantizar un préstamo. La gente del pueblo se apresura a retirar los ahorros de su vida. "Tenéis una idea muy equivocada de este sitio", dice George a la multitud. "Como si yo tuviera el dinero en una caja fuerte. El dinero no está aquí".
Hasta ahí estaba claro. Pero George continúa, señalando a los individuos. "Tu dinero está en la casa de Joe", le dice a un hombre. "Justo al lado del tuyo", le dice a otro. "Y en la casa de Kennedy, y en la de la señora Backlin, y en varios centenares más. Porque les estáis prestando el dinero para construir, y después ellos os lo devolverán como mejor puedan". Creéis que estáis depositando aquí el dinero, les insinúa, pero en realidad todos nos estamos ayudando mutuamente. Y si algunos propietarios no pueden pagar a tiempo, "¿qué vais a hacer?", pregunta George, "¿Desahuciarlos?".
"Tenemos que mantenernos unidos", prosigue George, o el banquero verdaderamente malo, Henry Potter, se hará con el control de todo. "Debemos tener fe los unos en los otros".
Y al menos durante un tiempo, el discurso funciona. La perspectiva que George tiene de la sociedad de ahorro y crédito inmobiliario como una especie de institución de ayuda social la aprendió a los pies de su padre, que creó esa sociedad, y que le decía: "En lo más profundo de su ser, los humanos desean un techo, paredes y chimenea propia. Y nosotros les ayudamos a conseguirlos".
Los Bailey podían ser casi una encarnación primitiva de Fannie Mae y de Freddie Mac, las empresas fundadas por el Estado para ayudar a hacer posible el mismo sueño entre los estadounidenses. Desde mediados de la década de 1990, los políticos y la ciudadanía las han estado presionando en nombre de este mismo ideal para que concediesen préstamos a prestatarios que implicaban un riesgo cada vez mayor.
Pero lo que realmente ayudó a ese proyecto a salir adelante fue el descubrimiento en Wall Street de que esos préstamos tan arriesgados podían juntarse con otros en una especie de multipaquete de hipermercado y revenderse como activos de calificación elevada. Es como si George hubiera encontrado un modo de hacer negocios con Potter, y respondiera a su desdeñoso reto de "¿diriges un negocio o una casa de caridad?" con un "¡ambos!".
Al final, cómo no, tanto el sueño caritativo de George, en el que los bancos se abrazan a sus comunidades y evitan desahucios, como el sueño de Potter de encontrar estratagemas para obtener beneficios sin que le estorbaran otras consideraciones, se hundían hace unas semanas bajo el peso irrealista de sus fantasías. Pero en medio de esta crisis ha salido a la luz algo distinto, que de ordinario asociamos más con la vida cultural que con la empresa financiera.
Tras los desahucios y las quiebras bancarias, toda la circulación, el comercio, la interacción -el coito en la vida económica- prácticamente se habían frenado en seco. Aunque un banco tuviese dinero, no estaba por la labor de arriesgarse a prestarlo, ni siquiera a empresas respetables y para un uso a corto plazo.

© 2008 New York Times News Service. Traducción de News Clips.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Crisis ninja por Leopoldo Abadia

CRISIS NINJAAntes la llamaba “Crisis 2007-2008”, pero como no sé cuánto va a durar, le he cambiado de nombre.1. 2001. Explosión de la burbuja Internet.2. La Reserva Federal de Estados Unidos baja en dos años el precio del dinero del 6.5 % al 1 %.3. Esto dopa un mercado que empezaba a despegar: el mercado inmobiliario.4. En 10 años, el precio real de las viviendas se multiplica por dos en Estados Unidos.5. Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.6. Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:
Daban préstamos a un bajo interés
Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban “menos algo”)
Pero, con todo, el Margen de Intermediación (“a” menos “b”) decrecía
7. A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los Bancos tenían que hacer dos cosas:
Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses
Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco es más que 100 x poco)
8. En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:
A) Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los “ninja” (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades)
B) Cobrarles más intereses, porque había más riesgo
C) Aprovechar el boom inmobiliario.
D) Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.
E) A este tipo de hipotecas, les llamaron “hipotecas subprime”I. Se llaman “hipotecas prime” las que tienen poco riesgo de impago. En una escala de clasificación entre 300 y 850 puntos, las hipotecas prime están valoradas entre 850 puntos las mejores y 620 las menos buenas.II. Se llaman “hipotecas subprime” las que tienen más riesgo de impago y están valoradas entre 620 las menos buenas y 300, las malas.
F) Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
G) Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían conseguido.
9. Comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro y también está claro que cualquier persona con sentido común, aunque no sea un especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede ser importante.10. En cuanto a lo segundo (aumento del número de operaciones):
Como los Bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para que les prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la Oficina Central de la Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en Illinois, porque allí hay un Banco al que mi Caja de Ahorros le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja. Por supuesto, el de Illinois no sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero, depositado en una entidad seria como es mi Caja de Ahorros, empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Director de la Oficina de mi Caja, que sabe -y presume- de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo sabe el Presidente de la Caja de Ahorros, que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados Unidos.
11. Comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se dan hipotecas subprime, piensa: “¡Qué locuras hacen estos americanos!”
18. PERO:
A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron.
Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa más de lo que ahora valía y decidieron (o no pudieron) seguir pagando sus hipotecas.
Automáticamente, nadie quiso comprar MBS, CDO, CDS, Synthetic CDO y los que ya los tenían no pudieron venderlos.
Todo el montaje se fue hundiendo y un día, el Director de la Oficina de San Quirico llamó a un vecino para decirle que bueno, que aquel dinero se había esfumado, o, en el mejor de los casos, había perdido un 60 % de su valor.
Comentario: Vete ahora a explicar al vecino de San Quirico lo de los ninjas, el Bank de Illinois y el Chicago Trust Corporation. No se le puede explicar por varias razones: la más importante, porque nadie sabe dónde está ese dinero. Y al decir nadie, quiero decir NADIE.
Pero las cosas van más allá. Porque nadie -ni ellos- sabe la porquería que tienen los Bancos en los paquetes de hipotecas que compraron, y como nadie lo sabe, los Bancos empiezan a no fiarse unos de otros.
Como no se fían, cuando necesitan dinero y van al MERCADO INTERBANCARIO, que es donde los Bancos se prestan dinero unos a otros, o no se lo prestan o se lo prestan caro. El interés a que se prestan dinero los Bancos en el Interbancario es el Euribor (Europe Interbank Offered Rate, o sea, Tasa de Interés ofrecida en el mercado interbancario en Europa), tasa cuya evolución (en general, hacia arriba) .
Por tanto, los Bancos ahora no tienen dinero. Consecuencias:I. No dan créditosII. No dan hipotecas, con lo que las Colonial, Habitat, etc. lo empiezan a pasar mal, MUY MAL. Y los accionistas que compraron acciones de esas empresas, ven que las cotizaciones de esas Sociedades van cayendo vertiginosamente.III. El Euribor a 12 meses, que es el índice de referencia de las hipotecas, ha ido subiendo , lo que hace que el español medio, que tiene su hipoteca, empieza a sudar para pagar las cuotas mensuales.

¿Deben comer bien los vagos?

PRESIDENTE DEL CONSEJO SUPERIOR DE CÁMARAS DE COMERCIO
Javier Gómez Navarro: 'Los sindicatos deben dejar de proteger a los vagos'
Actualizado lunes 27/10/2008 05:16

MADRID.- "Hay que convencer a los sindicatos de que deben dejar de proteger a los vagos. Su papel es defender a los trabajadores, que son los que trabajan". Así de contundente se muestra el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro.
En una entrevista con EL MUNDO, el ex ministro socialista de Comercio arremete contra el absentismo laboral, uno de los factores que más inciden en la productividad de las empresas españolas. Gómez Navarro considera "inaceptable" que la ausencia del puesto de trabajo se haya duplicado en tres años, pasando del 3,5% al 7%.
El presidente de las Cámaras carga contra los jueces y asegura que, en numerosas ocasiones, "van a lo fácil al declarar los despidos improcedentes". Y eso, a su juicio, "es ruinoso para el país".
Gómez Navarro, quien se autodefine como socialista liberal, también critica la lentitud con la que el Ejecutivo está actuando en la crisis de la banca. "Cada día que pasa sin que el Gobierno aplique sus propios planes de ayuda al sector financiero desaparecen empresas", afirma. En esta línea, reclama "un gran pacto de Estado entre todos" para acordar "cómo se reparten las rentas en esta etapa de crisis".
"El Ministerio de Economía y el Banco de España han tenido demasiado tiempo un diagnóstico equivocado sobre la liquidez", asegura, lo que "ha provocado un retraso en tomar las medidas adecuadas".
Además, Gómez Navarro habló sobre la tasa de paro, sobre lo que comentó que "a corto plazo no se puede hacer nada para evitar que siga subiendo".