!Qué bello es vivir!

En esta maravillosa película de Frank Capra de 1946 se puede ver el funcionamiento del sistema financiero, ya que cuenta experiencias de los Estados Unidos durante y después de la crisis de 1.929. Aunque es en blanco y negro, consigue enganchar a la mayoría de los alumnos/as ya que mezcla dosis de humor con romanticismo y sobre todo sentimientos.
Se puede ver cómo se forma un corralito o pánico, un tema de actualidad, después de Argentina no sabemos si puede volver a pasar. Como le contesta el protagonista, George Baily, y como se estudia en economía, los bancos no tienen el 100% de los depósitos de sus clientes en Caja (en Europa el 2% o en China el 10%) y , por lo tanto, si todos los clientes retiran su dinero a la vez el banco tiene que cerrar sus puertas. Estas son las palabras del protagonista:
"Tenéis una idea muy equivocada de este sitio", dice George a la multitud. "Como si yo tuviera el dinero en una caja fuerte. El dinero no está aquí". George continúa, señalando a los individuos. "Tu dinero está en la casa de Joe", le dice a un hombre. "Justo al lado del tuyo", le dice a otro. "Y en la casa de Kennedy, y en la de la señora Backlin, y en varios centenares más.
Por otro lado Henry Potter encarna la banca dura y de espíritu estrictamente capitalista. Así, cuando George le va a pedir ayuda se la rechaza, argumentando su negativa con esta pregunta: "¿Tú diriges un negocio o una casa de caridad?"

La filosofía empresarial de la cooperativa que dirige George parece estar sujeta a la de las primeras Cajas de Ahorros -ligadas a instituciones de tipo benéfico-, o al pensamiento de Jeremy Bentham, en la segunda mitad del siglo XVIII, quien consideraba a la Cajas un instrumento de mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Actualmente las Cajas de Ahorro poco tienen que ver con esta propuesta ética inicial, y más con la de ser instituciones económicas de naturaleza puramente crediticia, realizando las mismas funciones que los bancos.

¿Qué son las preferentes?

Las preferentes es un producto financiero que ha traido muchos quebraderos de cabeza a muchos españoles y que consisten en un compuesto de fondos propios(capital) y deuda. Su fin era aumentar los fondos propios de los bancos sin tener que ampliar el capital.
Por lo tanto no era una deuda con vencimiento concreto a 5 años o 10 años lo que normalmente se denominan bonos u obligaciones que te van a pagar un interés períodico y al vencimiento te devuelven tu dinero. Se puede decir que era una deuda perpetua que no tiene vencimiento pero te paga un interés fijo (5% o 7% anual) y no un rendimiento variable como las acciones que depende del beneficio de la empresa en la que inviertes y de otras circustancias por convertirte en propietario.
Para convertir en dinero(liquidez) las preferentes se creó un mercado secundario (como la bolsa) donde se compraban y vendian al valor de mercado, como ocurre con las acciones, estas acciones preferentes.
Lo que no entiendo es que ahora se quejen los que invirtieron en este producto, porque los bancos se las ofrecieron a todos sus clientes y fuimos muchos los que no invertimos y seguimos invirtiendo a plazo fijo con un interés más bajo (como mucho un 4%) porque sabiamos que un interés más alto, comporta más riesgo, eso lo sabe cualquiera aunque no tenga conocimientos de cultura financiera, es de sentido común.
El problema surgió que con la crisis financiera el mercado secundario se cerró y los que querian vender las preferentes no encontraban compradores por lo que perdieron su característica de líquidez, aunque el interés periódico lo sigan pagando.
No creo que sea justo que a estas personas el Estado les pague su inversión, cuando han estado cobrando un interés más alto durante varios años que si hubierán invertido a plazo fijo y de forma general, por lo menos, los bancos informaron correctamente de las características de la inversión.